INSTITUTO SECULAR

El Instituto Secular Murialdo es una escuela de santidad, inspirada por el Espíritu Santo, en la que se vive un carisma específico junto a cada hermano y hermana, en la vida cotidiana. Es un modo de vivir más intensamente la vocación bautismal, permaneciendo en la familia, sin distinción en el vestir, en la oración, en el hacer un solo apostolado, todo vivido en gran secreto, haciéndose luz para los demás y glorificando al Padre que está en el cielo.

San Leonardo Murialdo, en un momento especial de su vida, experimentó el amor misericordioso de Dios. Sentía, profundamente, que este amor es infinito, personal y actual. Esta experiencia espiritual fue la fuente de su compromiso evangélico.

El carisma bien destacado en el Instituto Secular Murialdo, por lo tanto, es el de testimoniar el amor misericordioso de Dios, infinito, presente y personal en el mundo, como levadura evangélica, dedicándose especialmente a los pobres y a los jóvenes más oprimidos. Por oprimido nos referimos a las personas que asfixiadas en muchas formas diferentes de opresión. Aquellos que han perdido o están a punto de perder su dignidad, personas en gran necesidad física, psíquica o espiritual, desesperados, desorientados, que no perciben el amor misericordioso de Dios.

El logo de Ismur

El emblema del Instituto consiste en dos semicírculos azules con una línea de contorno amarilla. 
El semicírculo derecho tiene una cruz roja.
Los dos semicírculos representan la estructura del mundo: social, política, económica y cultural.
El interior representa el mundo, un vasto campo de actividad de todos los miembros del Instituto.
La cruz representa su fundamento evangélico como un testimonio del amor misericordioso de Dios, en Jesucristo, dentro del mundo.
Los colores azul, rojo y amarillo son parte del emblema de la Familia de Murialdo.

El Instituto Secular Murialdo nació, por feliz intuición de Moema Muricy Rodrigues, en Brasil el 18 de mayo de 1990. Fue reconocido como asociación laica por el Obispo de Caxias do Sul en 1996 y está a la espera de ser reconocida por la Santa Sede como Instituto Secular.

Son grupos de personas que se consagran a Dios y a su Reino. Se comprometen a vivir los consejos evangélicos estando en el mundo y a partir del mundo.

Son laicos junto a otros laicos que quieren ser fieles al Evangelio hasta las últimas consecuencias. No se separan del mundo, sino que reconocen sus auténticos valores y los convierten en el medio para vivir su consagración. En este sentido, la vocación de los que pertenecen a un instituto secular no difiere de la vocación de un cristiano laico: "buscar el Reino de Dios, ocupándose de las cosas temporales y ordenándolas según Dios".

Están presentes en cualquier profesión, como un fermento en medio de la masa. Podemos encontrarnos con ellos en bancos, oficinas públicas, sirviendo en restaurantes u hoteles, trabajando en escuelas, tiendas, fábricas, hospitales, en la política activa. Ningún campo de trabajo les está prohibido. Cada uno elige su propia profesión y campo de trabajo. La competencia profesional y la responsabilidad en el trabajo se consideran muy importantes.

El modo de vida de una mujer consagrada del Instituto Secular Murialdo depende de una elección personal: permanecer en la familia, en un grupo, o si prefiere estar sola. Cada uno se mantiene con su salario.

Las mujeres solteras o viudas mayores de 18 años pueden formar parte del Instituto.